Especialista en Parkinson
Algunos pacientes con enfermedad de Parkinson pueden necesitar de una cirugía conocida como estimulación cerebral profunda. Consiste en colocar pequeños marcapasos regulables desde el exterior y que pueden programarse cuantas veces el médico crea conveniente. Esta cirugía funcional no es para cualquier paciente ni tampoco es curativa, pero puede reducir en gran medida los síntomas que afectan a la calidad de vida. Generalmente se indica para quienes hayan perdido su independencia funcional por trastornos motrices, aunque estén medicados.
El tratamiento del Parkinson se basa en el control de los síntomas y puede variar según las necesidades individuales de cada paciente. Algunos medicamentos utilizados en el tratamiento de esta enfermedad incluyen:

Contamos con Equipo de Profesionales para tratar Parkinson (Dra. Mar Ariatne Alvarez).
Levodopa: Es el fármaco más eficaz para el control de los síntomas de Parkinson. El cerebro convierte la levodopa en dopamina, una sustancia química que falta en el cerebro de las personas con Parkinson. La levodopa se suele combinar con otros medicamentos para mejorar su efectividad y reducir los posibles efectos secundarios.
Agonistas de la dopamina: Estos medicamentos estimulan los receptores de dopamina en el cerebro y pueden utilizarse como alternativa o en combinación con levodopa. Algunos ejemplos son el pramipexol, ropinirol y rotigotina.
Inhibidores de la monoaminooxidasa B (IMAO-B): Estos medicamentos bloquean la acción de la enzima monoaminooxidasa B, que descompone la dopamina en el cerebro. Al inhibir esta enzima, se puede aumentar la disponibilidad de dopamina en el cerebro. Un ejemplo común es la selegilina.
Anticolinérgicos: Estos medicamentos bloquean la acción de la acetilcolina, un neurotransmisor en el cerebro que está desequilibrado en el Parkinson. Los anticolinérgicos pueden ayudar a reducir los temblores y la rigidez muscular asociados con la enfermedad.
Amantadina: Originalmente desarrollada como un antiviral, la amantadina también ha demostrado tener efectos beneficiosos en algunos síntomas del Parkinson, como la rigidez muscular y la disquinesia inducida por levodopa.